Desde su escondite en algún punto del país, el más buscado en la región por tráfico de armas, decidió hablar para dar su versión.

Horas antes, su representante legal, Napoleón Acosta, había manifestado que el matrimonio nunca salió del país. Y, precisamente, coinciden con el último movimiento migratorio registrado por ambos.

Dirisio salió de su escondite para manifestar su inocencia al igual que la de su esposa, Julieta Nardi, quien también es requerida por la justicia.

“Nosotros somos inocentes. Entraron de manera agresiva a mi casa, no le importaron mis hijos. Es horrible esto. Lo más triste es estar sin mis hijos. Llegan a inventar una conversación falsa de mi esposa con la Dimabel. Mi señora no tiene nada que ver, hay conversaciones que son falsas”, expresó el prófugo a periodistas de la radio 1080AM.

Aseguró que las armas incautadas durante el Operativo Dakovo fueron importadas legalmente y estaban listas para la venta de manera legal.

“Esos bienes son bienes de una empresa que no se demostró su culpabilidad. Estamos hablando de armas que fueron legalmente importadas. Esas 23 armas fueron vendidas legalmente, eso se demostró”, expresó.

Según explicó la comunicadora Fátima Garay, Dirisio se comunicó con el medio para dar su declaración, pero envió un cuestionario con 14 preguntas con la intención de direccionar la nota.