La acción entre Ángel Romero y Gustavo Gómez reflota el caso ‘Chito’ Ayala-’Peque’ Benítez
Como pocas veces suele pasar entre paraguayos, Ángel Romero lesionó a Gustavo Gómez, lo que reflotó la recordada acción en que Celso ‘Chito’ Ayala por poco acaba con la carrera deportiva de Miguel.
Las redes se hacen eco de la dura entrada que se mandó Ángel contra el zaguero en que Palmeiras-Corinthians (2-2) que se disputó anoche por el Campeonato Paulista.
En este sentido, la acción terminó con el capitán de la Albirroja en el banco y con gestos de mucho dolor, por lo que se esperan las pruebas correspondientes para conocer la gravedad del asunto.
Y este episodio devolvió al tepete el muy comentado encontronazo entre Celso ‘Chito’ Ayala y Miguel Ángel ‘Peque’ Benítez cuando actuaban en el fútbol español.
DESGRACIA
Sucedió en 1999, hace ya 25 largos años, en el estadio Vicente Calderón. Se encontraban el Espanyol y el Atlético de Madrid. En el equipo catalán formaba el ‘Peque’, así también el ‘Chito’, pero de lado del ‘colchonero’.
Hasta que llegó el fatídico minuto 22. “Un rebote que queda en el medio, yo me voy de contragolpe y justo cuando punteo realmente no le veo. Me entra de costado y pasa lo que pasó. Se quedó trancado mi pie y me fui de costado y ahí me rompí todo. Realmente el dolor fue impresionante, pero cuando me sacaron al costado de la cancha se me fue y yo quería entrar otra vez. El doctor me agarra, me acuesta y me hace la prueba de la rodilla. Y ahí cuando me hace la prueba de la rodilla yo levanto la cabeza y me estira y mi rodilla salió y ahí me desmoroné. Ahí dije ‘me fui a la mierda’. Me rompí todo”, contó Benítez hace un tiempo en entrevista con GEN.
La cosa no era para menos. El diagnóstico hablaba de una subluxación de la rodilla; rotura del ligamento cruzado anterior; rotura del ligamento cruzado posterior; rotura de la cápsula posterior; rotura del complejo capsulo-ligamento postero interno, con rotura del posterior ligamento lateral interno, rotura menisco interno y fractura en la meseta tibial externa, en la que es considerada la peor lesión en la historia de la Primera División del fútbol español y que puso en peligro la carrera del compatriota.
“Me siento muy mal. Pronto comprendí que era grave. No fue una falta hecha voluntad de hacer mal. Somos muy amigos y sé que le privo de muchas cosas", afirmó en su momento Ayala, que en ese mismo partido recibió una segunda amarilla y se fue expulsado.
Benítez no evitó frustrarse por lo acaecido ya que “la entrada fue innecesaria”, pero aquello “ya pasó”.
Benítez pasó 45 días internado y hasta tuvo miedo de perder la pierna. Su recuperación fue de más o menos 18 meses, pero logró sobreponerse y, más adelante, la vida le compensó al permitirle tocar el cielo con Olimpia tras ganar la Copa Libertadores del 2002.