Los resultados de un análisis elaborado por el Instituto Acende Brasil sobre el flujo de ingresos y dispensas de la usina, en el marco de la renegociación de Itaipú, señalan que, los brasileños pagaron integralmente la construcción de la represa.

Según el informe, Brasil pagó a la hidroeléctrica USD 85,7 billones en el periodo de 1985 a 2022, mientras que, Paraguay recibió USD 5,9 billones.

“El Brasil pagó todo, basta con ver el flujo de dinero. Pagó la deuda, la operación, el costeo. Todo fue bancado por los consumidores de energía del lado brasileño”, afirmó Claudio Sales, presidente del instituto que realizó el estudio.

Para el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, este análisis carece o ignora completamente conceptos económicos muy básicos. Cuando uno compra o consume un bien o servicio, en el precio que se paga está el costo de todos los “insumos” (además del lucro correspondiente si hubiere).

El costo de “insumos” incluye lógicamente el costo de financiamiento. “Entonces si como 10 tortas y mi hijo solo 1, yo pago mucho más del costo de la harina que usa la panadería y también de los intereses y capital por el préstamo tomado del banco. Pero es lo normal y razonable”, expresó el secretario de Estado.

El gráfico utilizado para la explicación.

Indicó que, Brasil, al haber consumido por lejos la mayor cantidad de energía, pagó mucho más de los intereses y capital debidos por Itaipú, de los salarios y otros costos operativos, que forman parte del costo de la tarifa o del precio del bien que ellos estuvieron consumiendo.

Lo irregular hubiese sido que, al haber consumido 10 tortas, Brasil haya pagado igual fracción de los intereses y capital adeudados que Paraguay que comió 1 torta, apuntó. Esto no considera quién finalmente recibía estos intereses, que mucho tiempo estuvieron por encima del precio de mercado.

El emprendimiento Itaipú se realizó en el entendimiento de que el retorno del mismo (energía) superaba largamente los costos (préstamos, etc.). Entonces, quien más se beneficia del mismo, no es quien paga menos de los costos, sino quien aprovecha más los retornos (consume más energía).

El estudio recuerda que, por Tratado, se acordó que Itaipú no tendría lucro. La tarifa de energía debe ser el valor necesario para cubrir el costo unitario de los servicios de electricidad, es decir, el valor exacto para el funcionamiento de la hidroeléctrica.

Entre los grandes ítems, recuerda, figuran los royalties por el uso del agua de ambas márgenes, el costo de exploración que, en la práctica agrupa las dispensas para la operación y el mantenimiento de la usina, así como los costos financieros, cuyo mayor porcentaje fue la deuda contraída para la construcción de la represa, que representó históricamente el 60 %.

Llamativamente, la publicación se da en coincidencia con el inicio de la revisión del Anexo C del tratado de Itaipú que, por cierto, debía iniciar el jueves pasado, pero que fue postergado por Lula.